Esquema de la homilía del p. Gustavo Frías
en la capilla del cementerio Memorial
30.8.2024
En el Cielo debe haber librerías. No sería completo si no fuera así…
Y es muy probable, diría muy seguro, que en esas librerías se vendan los libros de Juan Luis.
Y no solamente por ser moralmente limpios (Hugo Wast decía que sus hijos podían leer sus libros, y otro sí podría decir Juan Luis)
Si no por lindos, alegres, optimistas, con héroes….
Supo dar vida a casi todo: las cosas, los trenes, los semáforos, los ombúes…
Supo hacernos participar de lo que le gustaba, de lo que celebraba, de lo que detestaba….
Supo hacernos disfrutar del aroma de las flores y de los corrales, de cuentos de misterios y de leyendas más o menos ciertas….
Pero, por encima de todo Juan Luis fue un caballero. Uno de esos que brillan en el salón más distinguido y en un potrero del campo con la misma hidalguía y prestancia.
Fue un hombre noble en todos los frentes. Fiel a Dios. A su familia. A la Patria. A sus ideales. A sus amigos. A su estirpe….
Ya se han publicado hoy reseñas cariñosas y elogiosas de su personalidad, sus trabajos, sus muy numerosas publicaciones. Será muy lindo leerlas para Rosario, Milagros, María Eugenia, Cata y Juan María… y también para Mariquita.
Fue un cristiano piadoso y pudoroso. Rezaba más de lo que se notaba. Seguidor de la enseñanza de San Josemaría Escrivá.
Doy gracias a Dios por haberlo conocido y tratado durante los últimos casi sesenta años.
Fue un amigo para mí. Y lo bueno es que hay un montón de personas que pueden decir lo mismo….
El Senor le dará su merecido premio por el que ahora pedimos en esta Misa.
Que la Virgen le organice la fiesta correspondiente.