Apasionado por la pulcritud del lenguaje, el novelista, poeta y periodista perteneció a una familia con ilustres integrantes.
los 89 años murió Juan Luis Gallardo, abogado, profesor universitario, novelista, poeta, ensayista y periodista. Autor de medio centenar de libros, volcó en ellos, con pluma exquisita, su pasión por la pulcritud (belleza y precisión) del lenguaje, por el campo y los trenes de su infancia, por su indiscutida fe católica, por el patriotismo y la tierra de sus mayores, que amaba apasionadamente.
“Yo crecí en el oeste de los campos porteños”, dice en su libro de poesía Canto a la patria argentina (1968), en el que narra que, con su esposa, Mariquita Ibarguren, “encallaron” su vida en San Isidro, en una casa poblada del sonido de chicharras y de sus cuatro hijos, y un paisaje de pilas de libros, diarios y papeles.
Había nacido en Buenos Aires el 20 de diciembre de 1934. Se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y desde joven adscribió a las filas del nacionalismo. Era nieto de Ángel Gallardo, canciller de Alvear, y bisnieto de Ignacio Pirovano, el médico ilustre, a quien dedicó un libro: Mi bisabuelo Pirovano (1985). Primo hermano de la escritora Sara Gallardo y de su hermano Jorge, que dirigió el suplemento literario de La Nación, publicó ocasionalmente algunas notas en esta hoja y en los últimos años bastantes cartas de lectores, breves y punzantes.
Su pluma se manifestó sobre todo en el diario La Prensa, donde fue columnista en dos períodos. También, en la revista Confirmado y en el diario La Nueva Provincia, de Bahía Blanca. Fue profesor en la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad Católica Argentina, dirigió la editora oficial ECA (Ediciones Culturales Argentinas) y Educa (Ediciones de la Universidad Católica Argentina).
Dictó conferencias, fue jurado (en la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas, ADEPA, y otras entidades) y obtuvo premios literarios. Su Historia sagrada para chicos argentinos recibió una distinción especial, conferida por la Secretaría de Cultura de la Nación en 1995. Era miembro de la Academia del Plata. En 2012 escribió el libro institucional Un siglo y medio del Círculo de Armas, entidad de la que era socio vitalicio.
Además de sus novelas Frida (1972), Los ombuses de Falucho (1974), La rebelión de los semáforos (1977) y otras, publicó crónicas de viajes, cuentos, fábulas, biografías, ensayos históricos. La reivindicación de las Malvinas fue un tema de su especial atención, desde la novela Operación Algeciras (publicada por Emecé en 1989) hasta la Historia de las Malvinas para chicos argentinos (2007) y encendidos poemas.
Como profesional del derecho, siendo joven formó un estudio con su amigo Santiago de Estrada, recientemente fallecido, y fue abogado de la firma de seguros Atalaya.
Valoraba como un tesoro la vida familiar, conversar con amigos, el mate, el fútbol, las más sencillas tareas domésticas, y procuraba vincularlas al trato personal con Dios y a su encendida devoción a la Virgen María.
Habiendo enviudado de su esposa Mariquita, se casó años después con Rosario García O’Neill, española, que le sobrevive.
El sepelio se realizó en el cementerio Parque Memorial, en Pilar.